10.3.08

Después de 9 de marzo... qué?

El PSOE ha ganado las elecciones, pero los dos principales partidos han aumentado en 5 diputados su representación. Parece una clara respuesta a los dos caballos de batalla del PP durante la legislatura: “España se rompe” y “nos han robado las elecciones de 2004”.Los nacionalistas han perdido posiciones y los socialistas han renovado la confianza del electorado. España parece haber inventado un nuevo regimen político: la monarquía presidencialista. Ya sabíamos que nuestro sistema electoral, formalmente proporcional tiene los efectos de un sistema mayoritario: el bipartidismo. Pero además hemos tenido una campaña más propia de un regimen presidencialista que de uno parlamentario. Tras el segundo debate entre Rajoy y Zapatero, ante la pregunta de qué partido debería gobernar, una encuesta daba más del 70% a quienes respondían: el que obtenga más votos, frente a un modesto 13% de quienes opinaban que debía gobernar el que obtuviera más apoyos en el Parlamento. La victoria de los socialistas, que mantienen su ventaja frente a los populares ha evitado la disyuntiva, pero el pluralismo político ha quedado seriamente dañado. La Chunta y Eusko Alkartasuna han perdido su diputado, Ezquerra Republicana su grupo parlamentario y cinco diputados, Coalición Andalucista se ha hundido en el Parlamento Andaluz, el Partido Socialista ha sido la fuerza más votada tanto en el Pais Vasco –superando por primera vez al PNV- como en Cataluña. IU no solo ha perdido, como era previsible su diputado en Valencia, sino que, lo que es más grave, ICV ha perdido uno de sus dos diputados por Barcelona y Joaquín Nieto, nº 2 por Madrid no ha resultado elegido. La única novedad es la presencia de Rosa Díez en el Parlamento, lo que confirma que mientras el espacio electoral a la izquierda del PSOE se desinfla, aparece por primera vez desde la desaparición de la UCD un partido situado entre el PP y el PSOE. Pese al modesto –aunque positivo- balance del gobierno en materia de medio ambiente y lucha contra el cambio climático, o las cuestiones pendientes –ley de plazos de la interrupción voluntaria del embarazo o separación efectiva de la Iglesia Católica y el estado, los ciudadanos han valorado positivamente la gestión del gobierno saliente. No ha habido “más izquierda” como pedía IU y el nacionalismo “de izquierdas” ha perdido posiciones –particularmente en el caso de ERC que ha sido duramente castigada. Dejando al margen la cuestión de si ICV es más o menos verde o si la estrategia rojiverde tiene futuro, la ecología política ha perdido el diputado que Los Verdes obtuvieron con el PSOE en 2004, Iniciativa ha perdido otro diputado y el reputado ecologista Joaquín Nieto no ha entrado en el Parlamento. Todo ello son malas noticias para el movimiento ecologista. El papel de Los Verdes ha sido puramente anecdótico. El Pais Vasco, Murcia y Segovia son los territorios en los que se obtienen mejores resultados, en torno al 0,5%, en los tres territorio había una única lista verde. En Andalucía, bastión de la Confederación y pese al acuerdo de última hora entre Los Verdes de Andalucía y Los Verdes de Europa, que ha posibilitado una única lista verde, el resultado se ha quedado por debajo del 0,3%. En Madrid, donde la Confederación de Los Verdes pedía el voto a IU que ha sufrido un notable retroceso, la suma de las dos listas verdes (Los Verdes de Europa -0,29%- y Los Verdes-Grupo Verde –0,31%) iguala al mejor resultado de los verdes –Álava, con un 0,6%- Los Verdes hemos perdido una oportunidad que difícilmente volverá a presentarse en mucho tiempo. En enero de 2004 firmamos el acuerdo programático con el PSOE, en marzo, obtuvimos contra todo pronóstico un diputado por Sevilla en las listas socialistas y se fundó en Roma el Partido Verde Europeo, hasta entonces una federación de partidos. Por último en junio, obtuvimos un diputado en el Parlamento Europeo, gracias al apoyo del Partido Verde Europeo que apoyaba la candidatura socialista en España y presentaba candidaturas propias con un programa común en toda Europa. Además el acuerdo con los socialistas incluía la adscripción del eurodiputado verde español elegido en la lista socialista al grupo parlamentario europeo Los Verdes-ALE, lo que le daba a los verdes un margen para la actividad parlamentaria europea muy superior al del diputado nacional, adscrito al grupo parlamentario socialista. Por ultimo y también en Junio, la Confederación celebra un Congreso en el que elige una dirección federal por primer vez y se constituye como partido político de ámbito estatal con personalidad jurídica propia, si bien integrado por partidos autonómicos que conservan su soberanía y legalidad, con el nombre de Los Verdes-Els Verds-Os Verdes-Berdeak. En 2005 comienza una crisis autodestructiva que arruina por completo el proyecto verde en España. Los secretarios de organización y de finanzas son destituidos y sus funciones asumidas por el secratario de Formación que es también Director General de Sostenibilidad en la Junta de Andalucía. Se da así un primer hachazo a la dirección surgida del Congreso y se renuncia a tener una organización y unas finanzas estatales. La estrategia del diputado nacional, Francisco Garrido, definida con sus propias palabras como “la serpiente sinuosa”, una forma sutil de reconocer un proyecto zigzagueante sin objetivos claros, apuesta por cambiar de caballo en las alianazas políticas. Frente a la alianza estratégica con los socialista, apuesta ahora por la convergencia con IU, siguiendo el modelo de ICV, llegando incluso a amagar con su pase al grupo mixto. Por su parte el eurodiputado defiende un proyecto verde sin hipotecas a los poscomunistas y claramente europeista. Pero no se produce un debate racional sobre uno u otro proyecto sino más bién una guerra a muerte. La propia presidenta del Partido y diputada balear, Margarita Rosselló es marginada por Garrido y su dirección que apoyan sin complejos a la sucursal de ICV en Baleares. Un rosario de encontronazos que incluyen desalificaciones, incumplimiento de acuerdos, campañas de desprestigio contra el eurodiputado y denuncias judiciales por difamación y por agresiones físicas se suceden erosionando gravemente la imagen de todos Los Verdes, los ecosocialistas o rojiverdes aliados con IU y los europeístas. Al final todos salimos perdiendo y queda una estela de autodestrucción sembrada de cadáveres polítcos que se añaden a una larga lista: Mediluce o Margarida Rosselló apartados de la política, Inmaculada Galvez –ex diputada de Los Verdes en el Parlamento andaluz- muy activa contra la corrupción urbanística se presenta ahora con el partido Ciudadanos. Garrido deja de ser diputado, la pérdida del grupo parlamentario de IU hace imposible la promesa de asistente parlamentario para Los Verdes, propiciado por Joaquín Nieto que ni siquiera es elegido y finalmente la injusta campaña de calumnias y difamaciones apoyada hasta por el periódico El Pais contra David Hammerstein, deja por los suelos no solo su credibilidad sino la de todos Los Verdes. Independientemente de lo acertado o no e una u otra estrategia, de los excesos antidemocráticos, los errores de unos y otros o los desencuentros personales, nadie gana la guerra y todos la pierden. En estas condiciones, y pese a que la lucha contra el Cambio Climático ha entrado en la agenda política mundial y España sufre gravísimos atentados contra su patrimonio natural que provocan protestas ciudadanas que van más allá de los tradicionales grupos ecologistas, el futuro de Los Verdes es más sombrío que nunca. El 1% de voto verde no ha servido para salvar a IU del hundimiento, el voto propiamente verde ha quedado reducido a porcentajes que van del 0,6% al 0,2%. En la guerra todos pierden. Los ecologistas perderemos un eurodiputado extremadamente activo en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo que no solo ha recorrido todo el país apoyando a los numerosos colectivos que protestan contra las barbaridades del desarrollismo –urbanismo salvaje, autopistas, puertos deportivos, estaciones de esquí, contaminación-, sino que también se ha implicado en luchas similares en Polonia o Italia, ha viajado en varias ocasiones a Oriente Medio –en una ocasión invitado por Amigos de la Tierra de Oriente Medio, organización integrada por ecologistas palestinos, israelíes y jordanos- apoyando tanto el proceso de paz como la necesidad de abordar conjuntamente los problemas ecológicos de la región, particularmente el problema del agua y el deterioro del río Jordán. Sin olvidar sus aportaciones en temas como el software libre o el 7º Programa Marco de la UE para la investigación y el desarrollo. De poco va a servirle al movimiento ecologista que IU se comprometiera a apoyar el “Programa por la tierra” elaborado por las cinco grandes organizaciones ecologistas, Joaquín Nieto no estará en el Congreso para defenderlo. Lo único que queda es el incansable trabajo de las organizaciones ecologistas, el lento crecimiento de la conciencia ecológica en la sociedad y su capacidad de presión sobre el Gobierno socialista para que abandone su política desarrollista en temas como el Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte, el proyecto de Refinería de Petróleo de la Junta de Extremadura, el nuevo Las Vegas en Los Monegros impulsado por el gobierno socialista de Aragón... Me pregunto quien defenderá ahora en el Parlamento los derechos de los animales o el Proyecto Gran Simio. Finalmente los avances que pueda haber en la próxima legislatura dependerán en gran medida tanto de la presión de los movimientos sociales como de la sensibilidad del gobierno socialista a sus propuestas y demandas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en una cosa: son unas elecciones desastrosas para el voto verde desde el punto de vista de la representación parlamentaria.
Pero hay un aspecto positivo de estas elecciones para los partidos ecologistas: la tendencia de mejora de voto de todos los pequeños partidos verdes que se han presentado.
El problema quizá resida ahí: lo disperso y lo poco publicitado de la mayoría de partidos verdes.

Los verdes -votos recibidos en las circunscripciones de todo el estado en todos los casos- obtienen 40.000 votos.

El partido antitaurino contra el maltrato animal 45.000.

Los Verdes-Grupo Verde, 19.000.

Els Verds, los verdes, 7.600, para la Comunidad Valenciana.

Los Verdes de Europa, como bien sabe, en su primera participación, consiguen algo más de 19.000 votos.

Y a todo ello habría que sumar lo votos verdes asociados a Izquierda Unida en Baleares, Valencia y sobre todo Barcelona y Madrid.




Lo que ponen de relieve, a mi modesto entender, las presentes elecciones es que hay un espacio para un voto ecologista y feminista en el espacio electoral del estado español.
Un partido verde, pues, que a la vez de cosmopolita y multicultural, defienda tanto la diversidad biocultural de las naciones y regiones de España; así como la lucha por inclusión de los inmigrantes...

Que se situe por fin a la izquierda del PSOE -no es díficl hoy por hoy, donde los dos partidos mayoritarios y triunfantes de las elecciones son 100% (neo)liberales

Estoy seguro que un partido así conseguiría una representación muy positiva...

Para ello, le animo a que siga trabajando en la acción política verde... Siempre queda, como ya bien dice, la sociedad civil...

Y a esperar que estos años de redefinición política de la izquierda vayan asociados al surgimiento, por fin, de una alterantiva verde real en el panorama estatal español.

Saludos desde Vigo!

Ramón Linaza dijo...

No creo en absoluto que la política del PSOE sea igual a la del PP y en ese sentido el resultado de las elecciones es positivo en términos de derechos sociales, libertades individuales, debate territorial, cooperación, igualdad entre hombres y mujeres y hasta desde el punto de vista de los ecologistas.
Frente a la portavoz de Medio Ambiente del PP en el Congreso,cuyo discurso se resume usando sus propias palabras: "yo no soy una experta, pero no se preocupe que lo haremos muy bien" los socialistas pueden exhibir una gestión bastante digna en el ministerio de Medio Ambiente que ha tenido al frente por primera vez a alguien que sabe de lo que habla y cree en lo que dice y que ha logrado situar entre las prioridades del Gobierno la Lucha Contra el Cambio Climático. Insuficiente sin duda, ¿donde están las políticas ecológicas de los demás ministerios -Fomento, Hacienda, Industria, Agricultura...-? Pero la victoria del PP habría sido un retroceso también para la ecología política.
Todo el espacio político de la izquierda situada fuera del PSOE tendrá que reflexionar sobre su futuro: rojos, verdes, rojiverdes, nacionalistas "de izquierda"...
Teoricamente la suma de los votos verdes y animalistas (PACMA) podría dar un eurodiputado verde en 2009, lo que no está claro es quien y como unificará todo ese voto disperso en un proyecto coherente. Además seguirá planteandose el problema de las relaciones con IU-ICV, que previsiblemente acudirán juntos a las europeas, pero dificilmente renovaran sus actuales dos eurodiputados. Será dificil que cicatricen las heridas que han dejado las guerras verdes y se recupere la imagen, la racionalidad y el respeto a las opiniones de todos. No soy adivino y no descarto la posibilidad de una renovación, pero hoy por hoy veo la ecología política con un pie en el movimiento ecologista denunciando los graves problemas que tenemos y el otro cerca de los socialistas trabajando a favor de políticas sostenibles desde una posición realista y pragmática.