22.5.09

Comienza la campaña electoral en la UE

ueno, el título es inexacto, pues no se puede hablar realmente de campaña electoral europea. Aunque muchas de las decisiones que van a condicionar nuestro futuro colectivo se vayan a tomar en Europa, la Unión Europea y su futuro es la gran ausente en estas elecciones. De entrada tanto PP como PSOE apoyan la continuidad de Durao Barroso al frente de la Comisión Europea y comparten la necesidad de limitar las competencias de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo para impedir que los ciudadanos exijan el cumplimiento de la legislación europea, algo que resulta muy molesto a los gobiernos y a los grandes partidos. Hoy el CIS augura que ambos partidos se repartirán al alimón 46 de los 50 eurodiputados que corresponden a España. Malos tiempos para las minorías políticas. Mientras en más de una docena de estados Los Verdes obtendrán representación política con porcentajes que oscilarán entre el 5% y el 20% en España ni siquiera habrá una lista digna de representar a Los Verdes. La situación es tan catastrófica que el Partido Verde Europeo ha pedido el voto a Izquierda Unida, a fin de lograr la reelección de Raül Romeva (de Iniciativa per Catalunya Verds) que sería el único representante español en el grupo parlamentario europeo de Los Verdes, habida cuenta de que ni el PSOE ha renovado su pacto con Los Verdes, ni David Hammerstein (que fuera elegido en la lista socialista en 2004) se presenta a las elecciones. Es un duro dilema para un verde votar una candidatura como la que encabeza el señor Willy Meyer, representante del sector más anacrónico de Izquierda Unida, un proyecto político con posiciones muy alejadas de la Ecología Política y contrario al fortalecimiento político de la Unión Europea. La alternativa, votar al Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal, un partido sectorial, centrado en el animalismo, cuyos principios compartimos Los Verdes, pero que no ofrece alternativas políticas a la crisis económica y la parálisis de las instituciones europeas desde posiciones ecologistas. Europa necesita un nuevo contrato verde, un "green new deal", un cambio radical en el modelo de producción y consumo que priorice la creación de empleos verdes (rehabilitación, reciclaje, reforestación, agricultura y ganadería ecológicas, servicios sociales como sanidad, educación y atención a persona dependientes) frente a las recetas que apuestan por las grandes infraestructuras abiertamente insostenibles e incompatibles con los retos medioambientales. Ante la falta de una candidatura verde creíble en España, con todo mi respeto hacia otras opciones como la lista de los nacionalistas "Europa de los pueblos - Los Verdes" o la candidatura marginal denominada "Los Verdes Grupo Verde Europeo" dudo entre el voto "útil" que contribuya a la reelección de Romeva y el voto idealista a favor del PACMA que sin duda contribuirá a elevar la sensibilidad política hacia los animales no humanos.

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