28.6.15

El apasionante y dificil reto de Ahora Madrid

A penas ha transcurrido un año desde el encuentro de Municipalia en Media Lab y la investidura de Manuela Carmena. En tiempos convulsos y de cambios, el tiempo tiene otra dimensión. Hicimos el milagro de poner en pie una candidatura ciudadana para ganar esta ciudad porque muchas creíamos que era posible, con generosidad, inclusividad, trabajo, paciencia. Cuando se firmó el acuerdo entre Ganemos y Podemos que alumbró Ahora Madrid, algunas fuimos conscientes de que podíamos gobernar esta ciudad. Y estaríamos gobernando también en la Comunidad de haber tenido una potente candidatura autonómica de confluencia.
Desgraciadamente no lo permitían ni las sagradas escrituras de Vista Alegre ni la atrincherada cúpula ladrillista de IUCM.
Lo cierto es que estamos gobernando Madrid, en minoría, pero la bandera del arco iris ondea en Cibeles y en los distritos. La bandera de la igualdad en la diversidad.
A los nuevos gobiernos la oposición y los medios suelen conceder 100 días de cortesía. Nosotras tuvimos dos horas, las que transcurrieron entre la investidura de la nueva alcaldesa y las primeras noticias de los viejos twits de Guillermo Zapata. Tenemos todas las lupas y telescopios vigilándonos, incluido el shadow cabinet de la duquesa cazadora de talentos e instigadora de tramas.
Pero ese es el reto. Parafraseando a Manuela vamos a seducir a quienes no nos han votado para que comprendan que los cambios que proponemos redundarán en beneficio de todas las personas que amamos, disfrutamos y sufrimos esta ciudad. No nos queda otra, ya que ninguna iniciativa tendrá éxito si no cuenta con un amplio consenso que vaya más allá del medio millón de votos que obtuvimos el 24 de mayo. Pero es que además queremos gobernar con la inmensa mayoría. Ese es el reto y no será fácil.
La ciudad del abrazo que propone Manuela Carmena, la ciudad de la igualdad en la diversidad, el respeto y la empatía. Porque hay que ir más allá del respeto en esta revolución democrática municipalista y perseguir la empatía, la seducción, la cooperación, la compleja construcción colectiva.
Madrid necesita respirar después de 25 años de Gobierno de los Florentinos y genoveses. Veiticinco años que pesan como una losa y han desfigurado la administración municipal que ha sido progresivamente  parasitada por quienes persiguen su máximo lucro y desconocen el significado de la palabra empatía.
Respirar aire limpio, por supuesto. Ya hemos presentado alegaciones al plan del Gobierno para penalizar e impedir el autoconsumo de energías renovables. Las ciudades son insostenibles por la enorme cantidad de energía que consumen y de residuos que generan. El reto de que Madrid produzca el 50% de la energía que consume y recicle el 80% de los residuos que produce es tan posible como urgente. Tan utópico como pensar cuando nos reunimos en Media Lab hace un año que podíamos gobernar esta ciudad y poner el Ayuntamiento al servicio de las personas, de las vecinas, de los barrios y distritos y de los diversos colectivos, de la inmensa mayoría.
Las inercias y las presiones van a ser fortísimas para impedir la revolución energética democrática. Los contratos blindados, la presión de los lobys, la herencia recibida en deuda, despilfarro, corrupción, ostentación y despotismo no va a dejar de poner palos en la rueda de la revolución verde. Sin embargo el cumplimiento de los objetivos de la Unión Europea en materia de energía o de residuos, exige cambiar el modelo. Dejar de tirar al vertedero y la incineradora el valor económico, ecológico y social que tiene la basura convertida en recursos que vuelven al ciclo económico. Dejar de despilfarrar ese sol que nos abrasa en verano y que podría satisfacer sobradamente nuestras necesidades energéticas más básicas rebajando al tiempo el recibo de la luz. El nuestro propio y el del Ayuntamiento que somos todas.
Madrid necesita respirar. Aire limpio. ¡Abrid ya las ventanas y el aire se renueve!
Tenemos que abrir las puertas y ventanas, los cajones y las cuentas de un Ayuntamiento que tendrá paredes de cristal. Eso también nos hará más vulnerables a la codicia de nuestros adversarios que buscarán con lupa donde mordernos en la yugular.
Esto va muy en serio. No es ninguna broma, nos proponemos fomentar el buen vivir de la inmensa mayoría y hacerlo en buena armonía. Pero ya sabemos que casi nadie renuncia a sus privilegios sin presentar batalla. Y libraremos muchas batallas. La de la energía, la de los residuos, la de la participación, la de la movilidad, la de la remunicipalización de determinados servicios.
Y la madre de todas las batallas. La batalla de las redes y de los medios. La batalla del debate y los argumentos solventes, la de las cuentas claras.
El 10 de febrero escribí que podíamos ganar Madrid y gobernar el Ayuntamiento y la Comunidad. Sólo me equivoqué a medias.
Ha empezado el futuro, la inteligencia colectiva obra milagros.
Gracias Manuela por personalizar y presidir este milagro. La empatía es posible. El sueño de la igualdad empieza a hacerse realidad. "I have a dream" . Cuando muchas personas imaginemos un mundo mejor este acabará de nacer y crecerá saludable. Nada mejor que empezar por la ciudad que tanto amas y tanto sufres